lunes, 6 de diciembre de 2010

Contexto Histórico y Social

El estoicismo se da en el periodo helénico, esta época comienza con la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.), esto prácticamente coincide con la muerte de Aristóteles el 322 a.C., y termina con la caída de Grecia bajo la dominación de Roma.

Más específicamente, se empieza a generar durante el periodo de la crisis en el mundo helénico, en este periodo la Polis griega pierde su independencia en manos de los romanos, quienes convierten a Macedonia en provincia romana y al sur de Grecia en la provincia de Achaea.

Atenas empieza a decaer en lo que a su hegemonía política e incluso en parte cultural respecta, monarquías helenísticas empiezan a suceder a la pequeña ciudad estado, y todo este caos imperante afecta a los individuos, quienes pierden el marco de referencia en el cual basar su conducta (La Polis), toda esta situación nos ayuda a comprender el porqué de de los rasgos de esta filosofía de la época helenística

La Escuela Estoica nació en Atenas hacia el año 300 a.C. Su nombre lo debe al lugar en el que sus miembros se reunían: la puerta o pórtico (stoa) de columnas decoradas por Polignoto. Su fundador, Zenón de Cito, fue discípulo del cínico Crates, el megárico Estilpón y el académico Jenócrates, siendo el cinismo quien ejerció sobre ella la mayor influencia.
Fue Cleantes de Assos quien sucedió a Zenón al frente de la escuela a la muerte de éste algunas fuentes sostienen que Zenón se suicidó en el año 262 a.C. Cleantes murió a causa de un ayuno voluntario.
El estoicismo fue más que una escuela,un modo de vivir y de concebir el mundo que proyectó su influencia sobre la cultura griega, la romana y a través del tiempo sobre todo el pensamiento occidental.
La filosofía estoica, que junto con el epicureísmo  y el escepticismo constituye el núcleo básico del pensamiento filosófico posaristotélico perduró a lo largo de toda la época helenística y se extendió al Imperio romano; este enorme lapso de tiempo tenía que introducir necesariamente mutaciones en el seno de las doctrinas estoicas, por lo que se ha dividido en tres periodos:
1.     Estoa Antigua (siglos III y II a.C.):

Entre los  pertenecientes a la Stoa antigua hay que destacar a Zenón (336 a. C – 264 a.C.), fundador de la escuela y que fijó las líneas esenciales de su doctrina; discípulo de los megáricos Estilpón y Diodoro Cronos, de los académicos Jenócrates y Polemón, y del cínico Crates -que influiría poderosamente en las tesis éticas del estoicismo-, fue autor de numerosos escritos de los que se conservan algunos fragmentos y, en ciertos casos, únicamente el título. Los otros dos grandes representantes de esta Stoa son Cleantes y Crisipo.
2.     Estoa Media (siglos II y I a.C.):
La Sioa media representa una profunda mutación en el seno de las doctrinas estoicas; mientras que el estoicismo antiguo es reacio, en general, a admitir la influencia de otras escuelas, quizá por tratarse de un momento inicial en el que está comprometido en la lucha con ellas, especialmente con el escepticismo de los académicos, los e. medios se abren a numerosas influencias, dando con ello la característica fundamental de este periodo de la Stoa, la tendencia al sincretismo; además, frente al cultivo de la lógica y la física por los antiguos e., centrarán su atención en los problemas éticopolíticos, dando a la Stoa un giro práctico que influyó definitivamente en el peso que la escuela ejerció sobre el mundo romano a partir del s. i a. C. Los dos grandes representantes del estoicismo medio son Panecio y Posidonio.
     
3.     Estoa Nueva o "estoicismo romano" (siglos I, II y III después de Cristo):
La Stoa nueva acentúa la preponderancia que la ética había ya adquirido en el estoicismo medio, dándole un fuerte matiz religioso del que había carecido con anterioridad; en este periodo se encuentran los representantes más conocidos -aunque quizá no los más fieles- del estoicismo, encabezados por la gran tríada de Séneca, Epicteto y Marco Aurelio con los que el estoicismo centrará su temática en los problemas ético-religiosos.

Ética Estoica

"A los hombre les ha sido dada la razón como función más perfecta, de tal modo que para ellos vivir según la razón es vivir según la naturaleza, ya que esta es guía de las tendencias. Por esta razón Zenón dijo -y fue el primero en decirlo- en su libro sobre 'La naturaleza humana', que el fin supremo del hombre es vivir conformidad a la naturaleza, que es lo mismo que vivir según la virtud, a que la naturaleza nos conduce a la virtud."Diógenes Laercio
El bien moral del hombre consiste en vivir de acuerdo con la naturaleza total. Esto es lo mismo que vivir de acuerdo con la razón. Se refiere pues a la Razón Universal que es la que rige el orden de la Naturaleza, lo que significa vivir en armonía con el Todo o más bien, realizar el deber que no es otra cosa que lo que la razón manda a hacer. 
En línea, la virtud es la disposición permanente de vivir en armonía con la razón y el deber. Los estoicos sostienen que la virtud es una sola y no admite grados: se es o no se es virtuoso porque quien tiene una virtud las tiene todas.

Teoría Estoica del Conocimiento.
Los escépticos, muy influyentes a partir del siglo II a.C. trataban de independizar al hombre del mundo mediante la abstención de juicio. Dudaban de la posibilidad de conocimiento sensible, mediante el pensamiento discursivo y de los resultados de combinar ambos. El relativismo de Protágoras es la base de la duda escéptica respecto a los sentidos. No pueden ser una reproducción inmediata de las cosas si la percepción varía de individuo en individuo y entre distintas situaciones del mismo individuo o del objeto. Estas contingencias no se pueden evitar, así que no hay posibilidad de conocimiento sensible. 
Frente a ellos, los estoicos, filósofos preocupados esencialmente por problemas éticos, sostienen que se llega a la virtud por el saber. Por tanto, deben buscar el conocimiento pese a todas las objeciones, y para ello deben encontrar un criterio de verdad certero. Consideran que la percepción deja la impresión de lo externo en el alma, que al nacer sería como una tabla de cera en la que lo exterior imprime sus signos. Las representaciones generales se deben al enlace entre impresiones o a su permanencia. No hay pues ni ideas platónicas ni una energía externa que produzca conceptos. A partir de esta base, el argumento principal de los estoicos para afirmar la existencia de un criterio de verdad es que las impresiones son iguales para todos los individuos. Consideran que el consenso de los hombres sobre las representaciones se puede tomar como punto de partida para la demostración. Sin embargo, en el último estoicismo hay cambios respecto a este punto. Para Cicerón no se trata del consenso entre los individuos, sino de representaciones innatas, presentes desde el nacimiento en cada uno. Según Cicerón el nombre nace con unos principios morales, la creencia en Dios y otros.
Respecto a las percepciones, los estoicos consideran que el criterio del conocimiento verdadero es la evidencia de la percepción. Las percepciones son verdaderas, el error cuando hay contradicciones está en la opinión, no en las percepciones, que son veraces al mostrar algo en unas determinadas circunstancias.
La Moral Estoica.
Al estar todos los acontecimientos del mundo rigurosamente determinados y formar parte el hombre del logos universal, la libertad no puede consistir más que en la aceptación de nuestro propio destino, el cual estriba fundamentalmente en vivir conforme a la naturaleza. Para ello el hombre debe conocer qué hechos son verdaderos y en qué se apoya su verdad.
El bien y la virtud consisten, por lo tanto, en vivir de acuerdo con la razón, evitando las pasiones (pathos). Que no son sino desviaciones de nuestra propia naturaleza racional. La pasión es lo contrario que la razón, es algo que sucede y que no se puede controlar, por lo tanto debe evitarse. Las reacciones, como el dolor, el placer o el temor, pueden y deben dominarse a través del autocontrol ejercitado por la razón, la impasibilidad. Éstas surgirán de la comprensión de que no hay bien ni mal en sí, ya que todo lo que ocurre es parte de un proyecto cósmico. Sólo los ignorantes desconocen el lógos universal y se dejan arrastrar por sus pasiones.
El sabio ideal es aquél que vive conforme a la razón, está libre de pasiones y se considera ciudadano del mundo. El cosmopolitismo, que defiende la igualdad y solidaridad de los hombres.

Estoicos Importantes

    Zenón de Citio

(Cicio o Citio, Chipre, hacia 334 a.C. - 260 a.C.) Filósofo griego, fundador de la secta del estoicismo. Poco satisfecho de los sistemas que Crates, Estilpón, Jenócrates y Polemón enseñaban en Atenas, inventó a su vez uno, y fundó, en el año 300, aproximadamente, la célebre Escuela estoica o del pórtico, llamada así por enseñar bajo el Pórtico Pintado (Stoà Poikile).

Entre su escritos figuraban La república, Los signos, El discurso, La naturaleza, La vida según la naturaleza y Las pasiones. Todas estas obras se han perdido.

Resulta muy difícil definir cuál fue su pensamiento original, porque los testimonios posteriores relativos al estoicismo se refieren, generalmente, a las formulaciones de Crisipo. De todos modos, sí deben atribuirse a él las premisas fundamentales del estoicismo como "existe un orden a la vez racional y natural de las cosas" y "el bien consiste en el acuerdo pleno del individuo con ese orden". Por otro lado, también debe considerarse como original de Zenón la división de la investigación filosófica en lógica, física y ética, con la primacía de la ética sobre la pura teoría.

El mundo, para Zenón, está penetrado en todos sus puntos de una vitalidad natural que se manifiesta primariamente en los fenómenos biológicos, que mantiene unidos cielo y tierra, y determina las vicisitudes de todas las cosas en su interior. La ética se basa en la constitución natural del hombre. Desconfía radicalmente de las convenciones sociales, porque nada nos asegura que no estén viciadas de irracionalidad y de pasiones y, por lo tanto, no vayan en desacuerdo con la naturaleza.
Sin confirmar si es de Zenón o no, sabemos que el punto de vista estoico sobre el criterio de la verdad, que se debe determinar, ante todo, en lógica, se halla en las percepciones de los sentidos aprobados por la razón. La ciencia de la naturaleza se divide en dos principios: uno pasivo, la materia, el cuerpo; otro activo, Dios, el alma humana. No obstante, el alma es un aire ardiente, y Dios un principio ígneo universalmente extendido, que anima cada cosa, y por su providencia dirige todos los seres, según las leyes inmutables del orden de la razón.
En moral se sigue el mismo orden. La primera máxima es: vivir según la ley de la razón bien ordenada, o vivir de un modo conforme a la naturaleza, porque tal es el objeto del hombre, tal es la virtud. Los principios del sistema práctico son: 1º La moralidad, la virtud, es el único bien que tiene un valor absoluto; el vicio es el único mal positivo; 2º La virtud es la práctica de la razón libre, aplicada no sólo a conocer, sino también a practicar el bien. El vicio es una manera de obrar inconsecuente y brutal, una debilidad que, en menosprecio de la razón, se abandona a instintos inferiores; 3º La virtud es la única que puede asegurarnos el estado de calma (apatheia), última perfección del espíritu; 4º Hay dos clases de hombres: los buenos y los malos; los que cultivan la sabiduría, y los que pertenecen al vulgo.
El sabio es, según esta doctrina, una especie de Dios omnipotente dentro de su esfera, y puede salir de este mundo siempre que se le impida practicar la virtud. La doctrina de Zenon sólo se conoce por escritos posteriores.

    Epicteto

Epicteto nació en el año 55 en Hierápolis de Frigia (actualmente Pamukkale, en el sudoeste de Turquía), a unos 6 km. al norte de Laodicea. Aún en su infancia llegó a Roma como esclavo del liberto Epafrodito, que a su vez había servido como esclavo del emperador Nerón; a instancias de Epafrodito, estudió con el filósofo estoico Musonio Rufo.
La fecha de la manumisión de Epicteto es incierta; se sabe que alrededor del año 93 fue exiliado, junto con los restantes filósofos residentes en Roma, por el emperador Domiciano. Se trasladó a Nicópolis, en el noroeste griego, donde abrió su propia escuela, adonde concurrieron numerosos patricios romanos. Entre ellos se contaba Flavio Arriano, que llegaría a ser un respetado historiador bajo Adriano y conservaría el texto de las enseñanzas de su maestro. La fama de Epicteto fue grande, mereciendo —según Orígenes— más respeto en vida del que había gozado Platón.
Epicteto fundó su escuela en Nicópolis, a la que se dedicó plenamente, pues él, a imitación de Sócrates, uno de sus modelos, no escribió nada. Las enseñanzas de Epicteto tenían su base en las obras de los antiguos estoicos; se sabe que se aplicó a las tres ramas de la filosofía en la tradición de la Stoa, lógica, física y ética. Sin embargo, los textos que se conservan tratan casi exclusivamente de ética. Según ellos, el papel del filósofo y maestro estoico consistiría en vivir y predicar la vida contemplativa, centrada en la noción de eudaimonía ('felicidad'). La eudaimonía, según la doctrina estoica, sería un producto de la virtud, definida mediante la vida acorde a la razón. Además del autoconocimiento, la virtud de la razón estoica consiste en la ataraxia ('imperturbabilidad'), apatía ('desapasionamiento') y las eupatías ('buenos sentimientos'). El conocimiento de la propia naturaleza permitiría discernir aquello que el cuerpo y la vida en común exigen del individuo; la virtud consiste en no guiarse por las apariencias de las cosas, sino en guiarse para todo acto por la motivación de actuar racional y benevolentemente, y, sobre todo, aceptando el destino individual tal como ha sido predeterminado por Dios.
Entre lo poco que se conoce de la física de Epicteto está su noción de la naturaleza de la inteligencia, a la que consideraba —de manera materialista— una penetración del cuerpo intangible de dios en la materia. Todos los seres participarían de la naturaleza divina, en cuanto ésta es la que impone las formas esenciales al caos de la materia; la racionalidad del hombre le permitiría una forma más alta, autoconsciente de participación. Uno de los puntos en los que Epicteto hace más hincapié es en la idea de que el estudio de la filosofía no es un fin en sí mismo, sino un medio necesario para aprender a vivir conforme a la naturaleza. Epicteto confía en que sus discípulos aprendan por encima de todo, a comportarse de acuerdo a los principios que estudian, es decir, distinguiendo lo que depende del albedrío de lo que no depende de él, y actuando en consecuencia, preocupándose por lo primero y despreciando lo segundo


       Lucio Anneo Séneca


(Córdoba, h. 4-Roma, 65) Filósofo hispanorromano. Perteneció a una familia acomodada de la provincia Bética del Imperio Romano. Su padre fue un retórico de prestigio, cuya habilidad dialéctica fue muy apreciada por los escolásticos, y cuidó de que la educación de su hijo en Roma incluyera una sólida formación en las artes retóricas, pero Séneca se sintió igualmente atraído por la filosofía, recibiendo enseñanzas de varios maestros que lo iniciaron en las diversas modalidades de la doctrina estoica por entonces popular en Roma. Emprendió una carrera política, se distinguió como abogado y fue nombrado cuestor.
Su fama, disgustó a Calígula, quien estuvo a punto de condenarlo en el 39. En el 41, fue desterrado a Córcega, acusado de adulterio con una sobrina del emperador. Ocho años más tarde fue llamado de nuevo a Roma como preceptor del joven Nerón y, cuando éste sucedió a Claudio en el 54, se convirtió en uno de sus principales consejeros, cargo que conservó hasta que, en el 62, viendo que su poder disminuía, se retiró de la vida pública.
En el 65 fue acusado de participar en la conspiración de Pisón, con la perspectiva, según algunas fuentes, de suceder en el trono al propio Nerón; éste le ordenó suicidarse, decisión que Séneca adoptó como liberación final de los sufrimientos de este mundo, de acuerdo con su propia filosofía.
En general, su doctrina era la de los antiguos estoicos, aunque, en numerosos aspectos, incorporó a ella su propia visión personal y hasta la de pensadores de escuelas antagónicas, como Epicuro, al que cita a menudo en términos aprobatorios; con ello no hizo sino ejemplificar el espíritu ecléctico y sintético característico del «estoicismo nuevo» propio de su época, del cual fue el máximo exponente.
La filosofía era, para él, un asunto fundamentalmente práctico, cuyo principal objetivo era el de encaminar a los hombres hacia la virtud, comunicándoles el conocimiento de la naturaleza del mundo y de su propio lugar en él para que ello los hiciera capaces de guiar sus vidas de acuerdo con la voluntad divina. En este sentido, la lógica y la física proporcionan un fundamento a la ética pero no ocupan su lugar, sino que están subordinadas a ella como lo estaban ya en el antiguo estoicismo; a este último, Séneca aporta esfuerzo, que aplica a persuadir del deber de obrar y pensar rectamente, más que a demostrar la verdad de un conjunto de enunciados éticos normativos.
Se vale, para ello, de la descripción vívida de los beneficios de la virtud y las desventajas del vicio; en la comprensión de que todos los bienes y males de este mundo son transitorios radica la autosuficiencia del verdadero sabio, quien, para conseguirla, debe liberarse de sus emociones, juicios equivocados acerca del valor de las cosas.
El tono moral de Séneca está cargado de acentos religiosos que lo aproximan al teísmo y llevaron a pensar en la posibilidad de que fuera cristiano, circunstancia que trató de probarse a través de una supuesta correspondencia con san Pablo, que resultó ser apócrifa.
En sus escritos sobre ciencias naturales trató, en particular, de los terremotos y su relación con los volcanes; añadió algunas reflexiones personales interesantes,  como el vaticinio de una futura explicación de los cometas como verdaderos cuerpos celestes.
Fue también autor de nueve piezas dramáticas, inspiradas en modelos griegos clásicos y que son, de hecho, estudios de las tensiones emocionales a que se ven sometidos los personajes, destinadas a ser leídas más que representadas; escribió así mismo una magistral y mordaz sátira de la deificación del emperador Claudio.



       Marco Aurelio

(Roma, 121-Viena, 181) Emperador y filósofo romano. Perteneciente a una gens española de Roma, ya de niño llamó la atención del emperador Adriano, quien quedó admirado por su ingenua franqueza y su inteligencia, y ordenó a Antonino Pío que lo adoptara (138), quedándole destinado el imperio. Estudió retórica griega y latina con Herodes Ático y Marco Cornelio Frontón, el cual desde entonces habría de ser su amigo y consejero espiritual. Seducido por el estoicismo, vistió muy pronto el manto de filósofo (133). César en 139 y cónsul en 140 y 145, este último año casó con su prima Faustina la Joven, hija de Antonino Pío. Cuando Marco Aurelio (161) fue nombrado emperador, se abrió un período enormemente conflictivo para el imperio, que se vio sacudido por los ataques de los bárbaros, revueltas populares y varias epidemias. A la serie ininterrumpida de guerras y calamidades que tuvo que soportar, el emperador opuso su serenidad y su fuerza moral. En su relación con los cristianos, adoptó la misma actitud que Trajano, que evitaba la persecución pero reprimía las manifestaciones públicas de su fe y castigaba a los fieles que, tras ser denunciados, se negaban a celebrar el culto de la religión ancestral. Sin embargo, esa actitud obedecía menos a una voluntad erradicadora que a la opinión extremadamente severa que le merecían su proselitismo y sus prácticas rituales. De hecho, los cristianos nunca lo incluyeron en su lista de perseguidores
Como emperador, a pesar de su temperamento pacífico y su preocupación por la economía, se vio obligado a concertar empréstitos forzosos y a desprenderse de parte del patrimonio imperial ante la urgente necesidad de constituir un ejército de esclavos, gladiadores, extranjeros y fugitivos, con el que hacer frente a la presión de los bárbaros; así, rechazó a los germanos hasta más allá del Danubio en el 168, venció a los partos y les arrebató parte de Mesopotamia (161) y sometió a marcomanos (172), cuadros (174) y sármatas (175). Tras la paz general de 175 y la ocupación de una franja de seguridad al norte del Danubio, admitió en el imperio, por primera vez, a bárbaros como colonos y soldados. Sin embargo, una revuelta en el norte de Italia determinó que proscribiera por un tiempo esa práctica. Quebrantada la paz por los bárbaros en el 177, Marco Aurelio emprendió una nueva campaña, en el curso de la cual sucumbió a la peste que desde el 166 asolaba el imperio, que pasó a regir su hijo Cómodo. Antes de acceder al gobierno del imperio, Marco Aurelio había adquirido el hábito de escribir durante sus viajes cartas diarias a su maestro Marco Cornelio Frontón, a quien comentaba cuestiones de estilo y retórica e informaba sobre el curso de sus estudios y acerca de su delicada salud, castigada por el rígido ascetismo que se imponía; después, pasó escribir para sí mismo, y en griego, cuando antes lo había hecho sólo en latín. 



Su estilo, influido sin duda por los maestros estoicos, carece, sin embargo, de la dureza dogmática de Epícteto, de quien adoptó el elogio de la libertad humana, o del tono docto y académico de Séneca. Por el contrario, sus textos denotan un tono muy personal, ya que parten de una reflexión íntima y crítica, y acusan una tendencia a transformar la doctrina en un constante examen de conciencia. Su gran legado, los Pensamientos, es el resultado de las meditaciones morales que, ya al final de su vida, fue dejando por escrito, sin seguir un plan estricto o preestablecido. Dividida en doce libros y redactada en griego, la obra se basa en una serie de reflexiones inspiradas por su experiencia cotidiana y deja traslucir la influencia estoica, en particular la de Epicteto. Su visión del hombre es pesimista, pues considera que sus pasiones son el factor principal de la corrupción del mundo, por lo que aconseja perseguir tan sólo aquellos fines que dependan de uno mismo.


Literatura

La doctrina del estoicismo se basó en las escrituras de Zenón, hoy en día perdidas; no obstante, se sabe que escribió numerosas obras entre cuyos títulos destacaban: De la vida conforme a la naturaleza; De los universales; Argumentos dialécticos y De las pasiones.

Crisipo que presidio a Zenon tuvo una producción literaria producción literaria bastante extensa, ya que, según Diógenes Laercio, pasarían de setecientas sus obras.

Las escrituras de los estoicos hablaban de la filosofía dividida en tres partes: 
  • La lógica (teoría del conocimiento y de la ciencia)
  • La física (ciencia sobre el mundo y sobre las cosas) 
  • La ética (ciencia de la conducta)
 Todas ellas se refieren a aspectos de una misma realidad: el universo en su conjunto y el conocimiento sobre él. Éste puede ser explicado y comprendido globalmente porque es una estructura organizada racionalmente de la que el hombre mismo es parte integrante, siendo la faceta más importante la ética.

En general,  se han conservado  sólo algunos fragmentos de los textos estoicos más antiguos.

En Conclusión...

Las ideas estoicas en la actualidad son un tanto invalidas, pues en la actualidad una manera de pensar como ellos nos llevaría a caer en la mediocridad y en el conformismo. Pues como es común en el hombre, éste llevaría al exceso esta ideología, por ejemplo:
Si un estudiante que se encuentra ante un examen próximo, no estudia ni da un pequeño repaso, y el día del examen sabe poco e incluso nada de lo que se pregunta; el día de los resultados se encuentra con que no lo acredito, esto dentro de la ideología estoica habría pasado por una razón porque  así estaba escrito.

Los estoicos obedecían fielmente al Lógos, para ellos sino te comportabas de acuerdo a éste, te convertías en un ser irracional, este punto de la ideología estoico podría beneficiar hoy en día a la sociedad, pues la controlaría, cosa que falta actualmente.

Otro punto a destacar sobre lo que provocaría el estoicismo en la actualidad, sería una sociedad sumisa, pues si hacemos memoria, el lema que caracterizó a los estoicos era  "Sustine et abstine" (Domínate y aguanta), esto llevándolo a un ejemplo:
Si una persona es víctima de una injusticia, un asalto por ejemplo, en lugar de denunciar al criminal, que sería la decisión más apropiada, según los estoicos lo que se debe hacer es soportarlo el dolor que provoca y no hacer nada al respecto.

Para un estoico la muerte y la enfermedad eran procesos que seguían al pie de la letra el Logos; y para el hombre no había mas remedio que soportarlo y resignarse a ella, en lugar de tratarse la enfermedad y llevar una vida para hacer tardía la muerte.

Bibliografía

  • www.biografiasyvidas.com
  • www.cibernous.com/autores/seneca/textos/indice.html
  • www.cibernous.com
  • www.mercaba.org/Mundi/2/estoicismo.htm
  • www.conoze.com/doc.php?doc=513